Hace un par de semanas, Hazael Sánchez (@moonztruo) guió un ejercicio en su clase de Urbano Contemporáneo llamado “lecturas metafísicas”. Este consistía en una dinámica de lectura entre dos o más personas: cada participante tomaba un libro al azar, abrían en una página al azar, y se turnaban para leer una palabra de cada libro. Así, creaban una nueva historia, que podía tener o no sentido. Todo ocurría de forma espontánea, sin guion ni estructura específica. A pesar de la variedad de temas en los libros disponibles —danza, poesía y espiritualidad— las historias resultantes parecían tener un sentido propio, como si contuvieran mensajes ocultos esperando ser interpretados.
Ejercicio de exploración en clase de Hazael Sánchez
Curiosamente, algo similar ha sucedido en las clases de La(b) Perla. Este trimestre, cuatro docentes imparten clases en el programa de entrenamiento, cada uno con una historia, conocimiento, experiencia y enfoque distintos. Sin embargo, a pesar de no coordinarse, todos parecen abordar temas similares, aunque desde ángulos distintos. Estos temas en común podrían resumirse en conceptos como introspección, movimiento somático (desde huesos, músculos o tejidos profundos), exploración interna, imaginación y juego. Sin haberlo planeado, parece que la contribución de cada uno de ellos forma una especie de "lectura metafísica" que cobra sentido para quienes asistimos a estas clases.
El interés en prácticas de movimiento más amables con el cuerpo y conectadas con la sabiduría corporal milenaria no es exclusivo de La(b) Perla; desde mi punto de vista, se ha convertido en una tendencia creciente dentro de la comunidad dancística global. Este cambio puede deberse a múltiples factores, aunque aquí te comparto una perspectiva diferente en referencia a las lecturas metafísicas que hoy abordamos en esta entrada.
Deepak Chopra, reconocido escritor y médico, explora temas de metafísica en varios de sus libros. En su libro “Sincrodestino”, plantea que habitamos en tres niveles de existencia: 1) el ámbito físico (lo visible), 2) el ámbito no circunscrito, y 3) el ámbito cuántico. Este último es donde reside lo invisible: el ego, los pensamientos y la mente. Chopra sugiere que las ideas circulan en el inconsciente colectivo y sólo las mentes preparadas están listas para traducir esta información. Este fenómeno explicaría, por ejemplo, cómo múltiples personas pueden hacer descubrimientos científicos similares al mismo tiempo.
Desde esta perspectiva, tiene sentido que en espacios como La(b) Perla surjan temas recurrentes. En ese campo infinito e invisible donde las ideas flotan, cada persona puede captarlas, canalizarlas y expresarlas de manera única, y tal vez las ideas en común se intensifican cuando nos encontramos en un mismo espacio-tiempo, como los entrenamientos en PALCCO. He ahí, quizás, la importancia de ser fiel a tu autenticidad y perspectiva, pues es la diversidad de puntos de vista lo que hace enriquecedor la comprensión de un mismo tema.
Te invito a compartir tu opinión sobre este fenómeno: ¿por qué crees que cada vez nos acercamos más a una danza que escucha al cuerpo? ¿Qué piensas sobre esta conexión entre lo visible y lo invisible en la danza?
¿Qué pasaría si a consideráramos la posibilidad de que la danza
se vive en múltiples planos al mismo tiempo?
Fuentes consultadas
Chopra, D. (2003). Sincrodestino: Descifra el significado de las coincidencias y crea los milagros que has soñado. Penguin Random House Grupo Editorial.
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