Iniciar un proceso de creación es uno de los actos de mayor vitalidad para cualquier artista escénico, pero hacerlo en medio de una pandemia, es además de ello, un acto de resistencia y esperanza.
Esto fue lo que pasó con el proyecto "Te daré una buena noticia cada vez que respire" de Daina Ashbee, una producción internacional de MOVES en Coproducción con el Conjunto Santander de Artes Escénicas de la Universidad de Guadalajara.
Residencias Burbuja
Del 7 al 27 de febrero de 2021 viví uno de los procesos de producción más particulares de mi vida, en conjunto con 10 bailarinas provenientes de 7 Estados de la República Mexicana (todas con una prueba de antígenos o PCR negativa, requisito indispensable para las residencias burbuja); Daina Ashbee, coreógrafa canadiense invitada; su asistente coreográfico y el Equipo MOVES, conformado por 5 artistas/gestores: Verónica Rimada, Ireri Mugica, Salma Miranda, Ricardo Aguilar y yo.
17 personas construyendo un entorno de confianza y cuidado mutuo, que permitió la creación de una coreografía, que como una hermosa flor, emergió en medio de un pantanoso presente.
El equipo de bailarinas fueron hospedadas en Puerto de Luna, un hermoso hotel/condominio situado a sólo una cuadra del mar; y el equipo MOVES en la Casa Patio, una bella casa a dos cuadras del malecón de Vallarta. Todos con un punto de encuentro común: el espacio de creación; primero el jardín al aire libre de Puerto de Luna (el botón rojo no nos permitió entrar en el espacio pre-agendado), posteriormente el salón de danza de Plataforma 322; y finalmente el salón de yoga de la Biblioteca Los Mangos, donde presentamos el work in progress de la obra para un reducido número de espectadores, aplicando los protocolos obligatorios de sanidad.
Cuando se trata de hacer posible la creación escénica en medio de tiempos adversos, la confianza, la tolerancia y el cuidado del otro son indispensables para hacer llevadero el proceso. El riesgo y la vulnerabilidad son sensaciones que siempre están presentes, de modo que el seguimiento preciso de los protocolos acordados, hace que la sensación de seguridad arrope tanto el trabajo, como la vida cotidiana. Por ejemplo, cocinar juntas y compartir la comida, en lugar de salir a restaurantes, forjó nuevos modos de convivencia que fortalecieron la conexión escénica del elenco.
Producir bajo este modelo de residencia, es ya una de las experiencias más importantes y memorables de mi vida profesional como productor de danza contemporánea; de modo que me permito recomendarles emprender la aventura de producir a pesar de los tiempos que corren, como un acto de resistencia creativa, necesaria y urgente.
Las Residencias Burbujas de Creación Artística son un esfuerzo compartido con el equipo de Cultura UDG, encabezado por Igor Lozada, quienes desde el programa de Arte y Salud, buscan ofrecer alternativas para que la creación escénica del Estado de Jalisco y el país no se detenga.
Agradecemos también su acompañamiento en el desarrollo de los protocolos de seguridad para casos de emergencia, los cuales por fortuna, no fue necesario activar.
Puerto Vallarta
Agradezco profundamente a todo el equipo del Instituto Vallartense de Cultura, encabezado por Marina de los Santos y Arturo Dávila no sólo por el apoyo, sino por su complicidad y acompañamiento para hacer posible nuestra residencia internacional. A Melissa Castillo, por colaborar con nosotros y por ser uno de los pilares de la danza contemporánea en el puerto. Y a las hermanas Martha e Irma Dau por las atenciones, la cercanía y sobretodo por su empatía por la danza y el arte en general.
Comments